En la historia de cada uno de nosotros, hay ciertos momentos en los
cuales nos hemos preguntado ¿por qué no tengo el trabajo que quiero?,
¿por qué no he logrado tener una pareja estable?, ¿por qué he
desarrollado tantas enfermedades?, ¿por qué la relación con mis hijos es
tan conflictiva?, la Ancestrología nos ofrece una respuesta integral a
estás dudas y lo que es más importante, una solución.
“La ancestrología es una filosofía y técnica sistémica, inspirada en
los estudios de diferentes pensadores como C.G. Jung, Lola Hoffmann,
Adriana Manríquez, Bert Hellinger, Alejandro Jodorowsky, Anne
Schutzenberger, complementados con arte, poesía, música y rituales
chamánicos africanos”.( Engel P., 2010).
Pedro Engel y Gloria Liberman toman esta sabiduría, desarrollando la
Ancestrología, con el objetivo de sanar, reconectar y reconciliar a las
personas con su historia, de una forma amorosa, desde la aceptación. El
reencuentro con nuestros ancestros, permite desatar los nudos que
aparecen en nuestra vida, reconociendo los verdaderos factores que nos
afectan y como resolverlos.
“El concepto de Ancestrología está enfocado en poder acomodar la
historia en el corazón, es una sanación que nos permite tomar a nuestros
muertos. El respeto a la vida se origina en el respeto a tus
ancestros.”(Engel P., 2010).
“La Ancestrología es el Arte de sanación del árbol familiar. Se basa
en que somos fruto de nuestros antepasados y ellos se reflejan en
nosotros entregándonos la información necesaria para vivir en armonía.
La Ancestrología integra la visión del alma tribal ancestral y el campo
cuántico, de forma creativa, a través de rituales y performance,
ayudándonos a descubrir aquello negativo que heredamos
inconscientemente, sanando y reparando lazos de amor interrumpidos para
que cada uno pueda desarrollar la mejor versión de sí mismo y se inserte
en su sistema desde el corazón, re-tomando la fuerza de sus ancestros y
trayendo armonía y bienestar”. Gloria Liberman.
Desde tiempos inmemoriales, distintas culturas le han dado gran
importancia a sus orígenes, a la historia de sus ancestros. Las primeras
terapias inventadas por el hombre lo muestran. En “Mis antepasados me
duelen”, P. Van Eersel y C. Maillard plantean, que la medicina china o
africana, a diferencia de la medicina occidental contemplan la
enfermedad dentro de un contexto familiar genealógico. Por ejemplo
frente a la hepatitis, la respuesta de la medicina occidental es “por un
virus y una mala alimentación”. Los curanderos chinos o yorubas ofrecen
unas explicaciones que restablecen el orden en el mundo, ya sea por un
demonio que nos quiere mortificar, o porque hemos perturbado el orden
cósmico ocupando un lugar que no nos correspondía, habiéndonos olvidado
de honrar a nuestros antepasados.
El estudio de nuestro árbol se vuelve esencial para conocer nuestra
propia historia, es necesario recordar que nuestro árbol vive en
nosotros. Conocer los nombres de nuestros antepasados, fechas de
nacimiento y defunción, su oficio o profesión, enfermedades relevantes,
causas de muerte, repeticiones, accidentes, abortos o pérdidas,
migraciones, estafas, abusos, adicciones, asesinatos; nos permitirá a
través de la aceptación hacernos consientes de estas situaciones, para
no implicarnos con ellas y así no volver a repetirlas. En definitiva
honrar nuestra historia.
El árbol posee una conciencia o alma familiar, por lo que conocer
nuestro árbol ampliará el conocimiento que tenemos de nosotros mismos.
Mirar nuestro árbol desde la aceptación, nos permite reencontrarnos con
nuestra historia con amor, el honrar nuestra historia nos permitirá ser
más libres. No debe verse los hechos del pasado como buenos o malos, no
se conoce para juzgar, sino para sanar.
Las lealtades familiares nos explican, que lo que una generación deja
sin resolver, será la siguiente la que, inocente e inconscientemente,
trate de resolverlo; así queda atrapada en temas o asuntos que no son en
realidad su responsabilidad. Existe una transmisión transgeneracional
de los problemas familiares que a veces crean una cadena de destinos
difíciles o trágicos. (Spark G, Boszormeny-Nagy I., 2013).
La ancestrología nos invita, no solo a reconciliarnos con nuestro
pasado, sino con las personas que han sido excluidas en nuestro sistema
familiar. En todas las familias existen personas de las cuales no se
habla o se omiten, por ser considerados malos ejemplos o haber realizado
actos no aprobados por el resto del clan. Sin embargo, al dejarlos
fuera el árbol busca encontrar un equilibrio a esta “ausencia obligada”,
con lo cual se perpetúa su historia en alguno de sus descendientes,
buscando recordarles a esta persona excluida, invitándoles a darle un
lugar en su árbol, para reconocerlo y honrarlo.
Las relaciones con los padres son un capítulo fundamental en el
desarrollo del ser humano. Bert Hellinger nos dice al respecto, en una
entrevista realizada en Santiago de Chile en Septiembre de 1999,
“Honrando a los padres, algo se arregla en las profundidades del alma”,
no hay lugar para juicios morales, los padres les dan la vida a sus
hijos y es esto lo que se debe agradecer. La Ancestrología abarca esta
temática de forma especial, ya que muchas situaciones que nos afectan en
la vida cotidiana, provienen de resentimientos o enjuiciamientos hacia
nuestros padres, tomar un lugar que no nos corresponde dentro del
sistema familiar, creernos mejor que alguno de nuestros padres o no
tomar la vida dada por ellos.
La Ancestrología nos ofrece una serie de técnicas, para
reconciliarnos con nuestro árbol y nuestra historia. Nos abre a la
posibilidad de la conciencia y la libertad. Se puede trabajar en
sesiones grupales o de forma individual, para sanar la relación con los
padres, con los hijos, con la pareja o ayudar a encontrarla; mejorar las
condiciones laborales, de dinero o salud, entre otros.
Finalmente la Ancestrología, nos permitirá vivir una vida más plena,
integrando a nuestros ancestros en nuestras vidas, de forma activa y
presente, ellos nos darán la fuerza necesaria para alcanzar nuestras
metas, además podremos de ellos recibir sus dones, sus regalos. Lo que
definitivamente nos llevará a transitar por un camino en el cual nunca
más nos sentiremos solos de nuevo, porque nunca lo hemos estado, ellos
siempre han vivido con nosotros, solo que ahora podemos verlos.
No te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. No duermo allí.
Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando.
Soy la luz del sol sobre el grano dorado.
Soy la lluvia gentil del otoño esperado.
Cuando despiertas en la tranquila mañana.
Soy la bandada de pájaros que trina.
Soy también las estrellas que titilan
Mientras cae la noche en tu ventana.
Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. Yo no morí.
No estoy allí. No duermo allí.
Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando.
Soy la luz del sol sobre el grano dorado.
Soy la lluvia gentil del otoño esperado.
Cuando despiertas en la tranquila mañana.
Soy la bandada de pájaros que trina.
Soy también las estrellas que titilan
Mientras cae la noche en tu ventana.
Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. Yo no morí.
Plegaria Indígena
Fuente: http://www.geavital.cl/blog/ancestrologia-el-arte-de-sanar-nuestro-arbol-familiar/
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